Anteriormente el municipio de Ancuya se encontraba habitado por los incas, donde uno de los primeros habitantes fue el indígena Huayna Capas que vivía a la orilla izquierda del rio Angasmayo, Huayna fue el comandante de la tribu inga donde junto a sus seguidores descubrieron la parte más alta del rio Angasmayo, de ahí viene el nombre de Ancuya, poco después el nombre de este rio fue cambiado por el ahora conocido rio Guaitara. Anan que significa ubicación geográfica y cuya de origen Cuzqueño, que significa geografía en su totalidad. Así tras un criterio de observación de los incas decidieron llamarlo el llano de Ancuya.
Los españoles como el señor Juan de Bocanegra y el escritor Cleza de león denominaron a los pobladores de Ancuya como los “Abades” ya que al pasar por los asentamientos de estos indígenas se dieron cuenta que eran comunidades “abadías”. Esta tribu contaba con la presencia del cacique Angayan o Ancoya. Los españoles lo nombraron como el cacique de los Abades. El cacique contaba con plena autoridad sus súbditos que obedecían cualquier mandato con plena fidelidad. Este cacique tenia poder absoluto de su tribu, podía castigar hasta con la pena de muerte y trabajos forzados a sus súbditos. El principal medio de trabajo de los Abades fue la alfarería, donde existía una mina de barro apropiada para el trabajo de los indígenas.
Entre españoles e indígenas se estableció una estrecha amistad que permitieron la fundación de este municipio, como es sabido la conquista de los españoles se basaba en la iglesia católica y bajo la palabra de Dios, para dar comienzo al proceso de fundación del municipio se nombró a la patrona de los Abades, trayendo desde España la imagen de la virgen María, dándole después el nombre de: nuestra señora de visitación, el fin de los españoles era doctrinar a los indígenas en la católica.
Fundación del municipio
La fundación de Ancuya se efectuó el día de 26 de febrero de 1544 con el nombre de Ancuia, realizada por el doctor Guillermo Narváez Dulce.
Trascurrido 7 años de la fundación, el día 23 de junio de 1551 se obtuvo por la autoridad competente el reconocimiento y legalización de la fundación de Ancuya, estos archivos reposan en el cabildo de san juan de pasto, en quito Ecuador.
Tras la fundación de Ancuya la función del cacique Ancoya fue relevada, lo que hizo que la población se dividiera en dos, un grupo con españoles e indios que se encontraban adoctrinados a la fe católica y el segundo grupo conformado por indígenas arraigados a sus tierras y costumbres.
Se hizo necesario un traslado de la población donde llevaban en procesión a nuestra señora de visitación, también llevando un gallo para que en el momento que este cantara, se indicaba el lugar donde estos se asentarían los cimientos de la población, el gallo dio su canto en la planicie de Pupara, donde predominaba los cultivos de piña y aguacate. Fue ahí donde bajaron a nuestra señora de visitación, como un símbolo de la nueva ubicación. Inmediatamente los españoles e indígenas realizaron trazos de donde se construiría el templo.
Varios años después el cabildo pastuso dio la autorización al Fraile Antonio Sotomayor que sembrara caña de azúcar y así mismo otorgándole tierras para que realizara su cultivo. Diego Meneses y el nieto de Sebastián de Belarcazar fueron las primeras personas que obtuvieron tierras en Ancuya, estos las utilizaron para sembrar caña de azúcar para obtener miel, lo cual hizo necesario que se crearan los trapiches de bueyes, el primer trapiche fue de doña Antonia de Godoy, e segundo de las familias Caicedo y Vivanco quienes llegaron de Cali y Popayán con el fin de colonizar estas nuevas tierras, para este tiempo la población eran mestizos, indígenas, españoles y criollos.
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